viernes, 13 de enero de 2012

MIHURA, ARNICHES, GARCIA ALVAREZ Y MUÑOZ SECA...


Miguel Mihura, cuya vida estuvo ligada al teatro desde su primera infancia (su padre Miguel Mihura Álvarez fue empresario de teatro, actor y también autor), nos cuenta cómo conoció personalmente a algunos de los más grandes autores de comedia de finales del siglo XIX y principios del XX: Carlos Arniches, Enrique García Álvarez, y Pedro Muñoz Seca.

Mihura nos da privilegiado testimonio de cómo era personalmente cada uno de estos míticos comediógrafos que formaran este triunvirato de oro, y cómo, cada uno con sus peculiaridades, se enfrentaban al momento de la lectura de sus obras y al de sus estrenos:

"Los ratos en que no extendía vales", nos narra Mihura, "o hacía cuentas —siempre equivocadísimas, por cierto—, escuchaba en el escenario la lectura de nuevas obras que iban a estrenarse y asistía a todos los ensayos y, naturalmente, a todos los estrenos.

Me divertía extraordinariamente oyendo leer sus obras a Enrique García Álvarez —el autor que yo más he admirado en mi juventud, el más desorbitado, el menos burgués, quizá el maestro de los que después empezamos a cultivar lo disparatado—, que al mismo tiempo que leía la comedia la representaba, y hacía gestos tremendos, y tosía, y lloraba, y se tiraba por el suelo si era preciso, y se movía de un lado a otro, y reía de sus cosas, sin importarle nada que los actores viejos y clásicos se riesen o no.

Fui testigo del miedo terrible de don Carlos Arniches, que después de haber estrenado centenares de obras y ser quizá el autor más aplaudido, bajaba a contaduría durante los estrenos y allí se quedaba, a mi lado, pálido, silencioso, descompuesto, esperando el fallo del público.

Fui amigo del ingeniosísimo Muñoz Seca, tan cordial, tan simpático, tan señor, tan optimista, que me dejaba pasmado con su talento y sus invenciones, y al que yo —un pollito—, defendía a gritos en los vestíbulos de los teatros cuando algún viejo estúpido y malintencionado intentaba atacarle."